miércoles, 8 de enero de 2014

La memoria transactiva: Compartiendo nuestra memoria con el otro...

No es telepatía... es intimidad y la construcción conjunta de proyectos en grupos o en pareja lo que nos permite hacer parte del sistema memorístico del otro. La memoria transactiva es un concepto novedoso que fue desarrollado por el psicólogo Daniel Wegner, de la Universidad de Harvard, quien sostiene que "no sólo almacenamos datos en nuestro propio cerebro, sino que también lo hacemos dentro de la cabeza de otras personas, especialmente si estas pertenecen a nuestro entorno cercano".

 Tomada de: http://esotericos.org/pasos-para-dominar-la-telepatia-parte-1/

"Hace algunos años Wegner, sometió a un test de memoria a 59 parejas. A la mitad de ellas, se les permitió quedarse juntas en el momento de realización de la prueba, mientras que la otra mitad debió resolverlo emparejadas con personas que les eran totalmente desconocidas. El test consistía en leer 64 frases en las cuales había una palabra subrayada, como por ejemplo: Midor, un licor japonés realizado con pulpa de melón. 
Wegner sostiene que cuando dos personas se conocen bien, forman un sistema de memoria en común o complementaria.
Cinco minutos después de leer todas las frases, las parejas de ambos tipos debían escribir en una hoja todas las que podían recordar. Como era de esperar, según esta hipótesis, las parejas formadas por dos personas que ya se conocían podían recordar mayor cantidad de frases, que las parejas integradas por dos desconocidos. Wegner sostiene que cuando dos personas se conocen bien, forman un sistema de memoria en común o complementaria, al que el denomina sistema de memoria transactiva. Ese sistema estaría basado en una comprensión tácita en cuál los dos integrantes puede acumular y recordar cierto tipos de datos. La memoria transactiva sólo surge cuando hay algún tipo de intimidad entre dos personas, y de hecho la pérdida de estas memorias de pareja es uno de los factores que puede hacer tan traumático un divorcio.
Tanto es así, que muchas personas divorciadas o viudas manifiestan sufrir de trastornos cognitivos al pasar por ese trance, cuando en realidad sólo están manifestando la pérdida de su sistema externo de memoria.
Por supuesto que esa pérdida será aún más grave cuanto más larga haya sido la convivencia. El dejar de contar con la inmensa cantidad de bits de información acumulados en el cerebro de su ex compañero, resulta muy traumático, ya que la pérdida de la memoria transactiva se vive como la pérdida de una parte de la memoria de sí mismo, y aún de la propia vida.
Dado que la energía mental es un bien más que limitado, cada integrante de la pareja, del grupo familiar  o de trabajo, sólo se concentra en las cosas que sabe hacer mejor, por lo que la especialización de sus componentes es algo inevitable.
El conocer bien a la persona con quien convivimos es muy necesario para tener la certeza de cuáles son las cosas de las que se ocupa cada uno y para comprender que si el otro falta, nos faltará una parte de la información".

Tomada de Asociación Educar para el Desarrollo Humano -www.asociacioneducar.com.ar

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